Cuando un ser querido fallece, la tarea de transferir sus bienes (propiedades, cuentas, vehículos) a sus herederos se conoce como “sucesión”. En Colombia, existen dos caminos para esto: la vía judicial (un proceso largo en un juzgado) y la vía notarial.
La sucesión notarial es, por lejos, la opción más eficiente. En este post, te explicamos qué es exactamente y por qué te ahorra tanto tiempo y dinero.
¿Qué es exactamente una Sucesión Notarial?
Una sucesión notarial, también llamada “sucesión por mutuo acuerdo”, es un trámite administrativo que se realiza ante un Notario Público en lugar de un Juez de la República.
El objetivo es el mismo: liquidar el patrimonio del fallecido y adjudicarlo a sus herederos legales (ya sea con o sin testamento). La gran diferencia es que se basa en la voluntad unánime de todos los beneficiarios, lo que elimina la necesidad de un litigio o un proceso contencioso.
La Diferencia Clave: Notaría vs. Juzgado (Por qué es más rápida)
La velocidad de la sucesión notarial radica en su naturaleza administrativa, no judicial.
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Proceso Judicial (Juzgado):
- Naturaleza: Contenciosa (un litigio). Inicia con una demanda.
- Tiempos: Puede tardar de 6 meses a varios años, dependiendo de la complejidad, la congestión del juzgado y si existen desacuerdos entre los herederos.
- Proceso: Implica múltiples etapas procesales, audiencias, y la intervención constante de un juez.
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Proceso Administrativo (Notaría):
- Naturaleza: Voluntaria (de mutuo acuerdo). Inicia con una solicitud.
- Tiempos: El trámite completo suele durar entre 15 y 30 días hábiles una vez radicados todos los documentos.
- Proceso: Es un procedimiento estandarizado que consiste en radicar documentos, publicar un edicto, y firmar una escritura pública.
La sucesión notarial es más rápida porque reemplaza años de debate judicial por un acuerdo claro y una serie de pasos administrativos definidos.
Requisitos Clave para optar por la Vía Notarial
Para que una sucesión pueda tramitarse en notaría y gozar de esta rapidez, debe cumplir tres requisitos indispensables:
1. Común Acuerdo Total
Todos los herederos deben estar 100% de acuerdo sobre la partición de los bienes. Si una sola persona está en desacuerdo, el proceso debe trasladarse obligatoriamente a un juzgado.
2. Capacidad Plena de los Herederos
Todos los beneficiarios (herederos y el cónyuge, si existe) deben ser mayores de edad y plenamente capaces legalmente. Excepción: Si existen herederos menores de edad o incapaces, el proceso notarial aún es posible, pero requiere una autorización judicial previa o la intervención de sus representantes legales, lo que puede añadir un paso extra.
3. Asistencia de un Abogado (Casi siempre)
Si los bienes (activos) de la sucesión superan los 40 Salarios Mínimos Legales Mensuales Vigentes (SMLMV), es obligatorio presentar la solicitud a través de un abogado titulado. Si la cuantía es inferior a este monto, los herederos pueden hacerlo directamente.
El Proceso Rápido: Paso a Paso
Si cumples con los requisitos, el trámite es ágil:
- Recolección y Solicitud: El abogado (o los herederos) reúne todos los documentos (registros civiles de defunción y nacimiento, escrituras, paz y salvos, etc.) y elabora la solicitud de partición.
- Radicación en Notaría: Se presenta la solicitud formalmente.
- Publicación y Edicto: La notaría ordena la publicación de un edicto en un periódico de alta circulación y en una emisora de radio local. Además, fija el edicto en la notaría por 10 días hábiles para informar a posibles interesados.
- Firma de la Escritura Pública: Una vez transcurrido el tiempo del edicto y si no se presenta ninguna oposición, el notario autoriza la Escritura Pública de Partición y Adjudicación, que transfiere oficialmente la propiedad de los bienes a los herederos.
Conclusión: El camino eficiente para tu tranquilidad
La sucesión notarial es un mecanismo legal diseñado para ser rápido, económico y menos desgastante emocionalmente para las familias. Al basarse en el mutuo acuerdo, elimina la incertidumbre y los costos de un proceso judicial, permitiendo a los herederos formalizar su patrimonio en cuestión de semanas, no de años.